La venganza de los conejos: historia y recompensas

7 de abril de 2023
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Eventos

¡Saludos, aventureros!

La plaga de conejos ha vuelto, ¡y ahora son más peligrosos que nunca! Tened cuidado con las explosiones mientras buscáis el botín del evento entre el 12 y el 25 de abril. Gracias a vuestros comentarios del año pasado, ahora las recompensas de enemigos más raras están garantizadas tras acabar con una cierta cantidad de conejos corruptos. Pueden soltar aljez de diamante, patas de conejo profanadas (aumentan la suerte), un cofre de almacenamiento de la liebre profanado y una nueva máscara de conejo corrupto.

Tenéis la lista completa de recompensas más abajo, y después podréis ver cómo el Sindicato reacciona a estos asesinos peluditos.

Recompensas del evento

Ayudad a controlar la plaga para conseguir recompensas especiales del evento y diarias. Las recompensas se reinician a las 05:00 hora local. Por ejemplo, si un jugador consigue 6 aljeces de diamante a las 04:58, podrá conseguir más a las 05:01.

Los conejos corruptos pueden soltar:

  • Aljez de diamante (66 % de probabilidad de aparecer)

    • Límite: 6 al día.

  • Pata de conejo profanada (80 % de probabilidad de aparecer)

    • Objeto consumible: aumenta la suerte.

    • Límite: 5 al día.

  • Máscara de conejo corrupto (50 % de probabilidad de aparecer)

    • Diseño para la cabeza

    • Garantizada tras derrotar a 200 conejos corruptos.

    • Límite: 1 por evento.

  • Cofre de almacenamiento de la liebre profanado (25 % de probabilidad de aparecer)

    • Objeto para casas

    • Garantizado tras derrotar a 400 conejos corruptos.

    • Límite: 1 por evento.

Historia

El misterioso fenómeno de estos volátiles roedores orejudos llamó la atención del Sindicato inmediatamente:

—¿Cómo dices?— La mirada cínica de la cabalista Cleo se asomó sobre un tomo antiguo, una adquisición reciente de la gran pirámide de Akhet al que había dedicado toda su atención hasta aquel momento.

La iniciada que tenía enfrente se alisó el cuello de la camisa con ansiedad, intentando parecer alta en un uniforme que le quedaba grande. —Un conejo, señora. Ha... explotado...

—¿Cómo que ha explotado? —Cleo bajó el artefacto lentamente y se inclinó hacia delante

mientras la iniciada intentaba evitar la intensa mirada de su señora. —S-Sí. Como una bomba. Bueno, en cierta manera... No como la pólvora negra; más bien fue una erupción de corrupción.

—La cabalista no se movía. Estaba observando atentamente a la chica temblorosa; ella misma parecía un conejo. —¿Y esta corrupción tan volátil te infectó de alguna manera?

—No, señora —soltó, limpiándose discretamente trozos de pelaje y sangre seca—. No lo creo.

—¿Conejos infectados por la corrupción? —Cleo se echó hacia atrás, meditativa, juntando las yemas de los dedos—. Es cierto que algunas bestias se han corrompido, pero suelen ser criaturas peligrosas, útiles para los corruptos. Pero, ¿conejos? —La cabalista se tocó los labios—. Y la corrupción se puede usar en explosivos. Suena ridículo, pero las conclusiones podrían ser... intrigantes.

—Yo había pensado lo mismo, señora —añadió la iniciada, contenta de haber atraído el interés de Cleo.

—Pues parece que esta empresa también te concierne a ti. —Cleo había olvidado que la chica estaba allí, pero rápidamente miró hacia ella—. Captura uno de estos conejos corruptos, y que esté en una pieza. Los trozos pequeños no son buenas muestras de estudio.

Con la orden dada, Cleo cogió el libro y continuó leyendo.

—¿Y cómo... Cómo proponéis que lo haga, señora? —preguntó la aprendiz, incómoda en la silla y con el ceño fruncido.

—Considéralo tu prueba final, iniciada —le respondió sin prestar atención—. Demuestra tu valía y se te reconocerá como adepta del Sindicato.

Tras un breve silencio, Cleo volvió a levantar la mirada. Lo que la iniciada pensaba que serían unas palabras de ánimo no fueron más que un aviso desganado: —E intenta que no te corrompan.

Estamos deseando ver cómo contribuís a eliminar la plaga. ¡Gracias por vuestro apoyo! Nos vemos en los campos de Aetérnum.

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