A la batalla: Las fisuras de corrupción

19 de marzo de 2020
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Temas generales
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Aeternum es una tierra de riquezas y maravillas interminables que los Corrompidos buscan dominar y cubrir con su pérfida esencia. Su objetivo es alterar la naturaleza serena y pacífica de la isla, y someterla a su voluntad. Para lograrlo, abren la tierra e infestan toda el área con criaturas y estructuras corrompidas con su maldad. El aire es como una estela de humo negro y espeso, con un brillo rojo carmesí y una luz pulsante en su interior. A esto se lo conoce como las fisuras de corrupción.

Tan pronto como te establezcas en un asentamiento o un fuerte, los Corrompidos lo sabrán. Las fisuras de corrupción comenzarán a emerger en tu territorio, lo que dificulta viajar y obtener recursos hasta que no se haga algo al respecto. Los Acólitos de la Corrupción se encargan de custodiar las fisuras. Al igual que los Cultistas (una rama menor de Acólitos), estos seres usan el oscuro y vedado poder de la Corrupción para invocar y mantener abiertos los portales y monolitos que surgen de lo profundo de las fisuras. Estos adversarios pueden levitar sin esfuerzo a través de grandes distancias, lanzar mortales rayos de una tenebrosa energía y conjurar esferas explosivas cargadas de pura Corrupción, habilidades que les permiten voltear rápidamente el resultado de las batallas.

Por suerte, existe una manera de destruir a estas abominaciones. Haz equipo con otros y elimina a los enemigos que protegen el corazón palpitante de estas fisuras. Cuando destruyas a las criaturas que las vigila, necesitarás un báculo infundido con Azoth para cerrar la fisura. Al cerrar las fisuras de corrupción, no solo liberas a tu tierra de una gran amenaza, sino que también obtienes recursos únicos que no encontrarás en ningún otro sitio. Sin embargo, las figuras de la corrupción no estarán cerradas por siempre, así que no bajes la guardia. Mientras más fuerte te hagas, más Corrompidos querrán destruirte. Abrirán fisuras nuevas y más poderosas, de las cuales saldrán criaturas de fuerza y tamaño descomunal. Los Corrompidos son enemigos implacables que no pararán hasta que te hayan eliminado de la faz de Aeternum.

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Incluso en un bonito día, salir a explorar en New World puede ser peligroso. Abre tu mapa y descubre qué territorios están infestados con la Corrupción. Si haces un acercamiento, verás con claridad las fisuras de corrupción presentes en cada zona de tu territorio. Esto te permitirá saber qué caminos no tomar si prefieres evitarlas, o ir directamente hacia ellas si lo que quieres es probar tu valor.

Recuerda que el grado de dificultad, tamaño y enemigos que custodian cada fisura de corrupción siempre varía. Algunas fisuras pueden ser superadas por un solo jugador, mientras que otras requerirán grupos de combatientes experimentados para vencerlas. No olvides crear báculos y pociones de Azoth para protegerte de la Corrupción y multiplicar tus oportunidades de salir airoso. A continuación, verás algunos ejemplos de las fisuras de corrupción que encontrarás en Aeternum.

Monolito corrompido - Un grupo de fanáticos corrompidos desenterró un antiguo e imponente monolito, el cual potencia la expansión de la Corrupción a través del territorio.

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Portal corrompido - Los acólitos corruptos intentan abrir un portal, el cual pretenden usar para transportar a su ejército al territorio.

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Huerto infestado - El Azoth corrupto se aglutinó en lo profundo del terreno, la tierra se abrió y de ella surgió una horrorosa criatura. Y escapar de sus pérfidos tentáculos no será nada fácil.

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Colmena putrefacta - Una enorme colmena, nacida de la Corrupción misma, brotó del suelo. Es capaz de crear y darles poder a los seres corrompidos que viven en su interior.

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Los Corrompidos tocan a tu puerta. Las fisuras se abren y los enemigos brotan de su interior. ¿Cómo enfrentarás esta amenaza? ¿Te ocultarás detrás de tus altas murallas hasta que los Corrompidos las atraviesen? ¿O les plantarás cara y los enviarás de regreso a las profundidades de donde salieron?

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